Cuando nuestra autoestima está tocada y no reconocemos nuestro propio valor somos muy frágiles. En esas ocasiones nosotros mismos podemos ser nuestro peor enemigo. Aquí tienes algunas de las claves que te ayudarán a sacar el mayor partido posible al poder que sin duda posees.
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Tu voz interior. En primer lugar debes escuchar y analizar esa voz interior que en ocasiones mina tu comportamiento, desviándo tu camino hacia el precipicio. Si al escucharla descubres que tienes tendencia a decirte a ti mismo cosas como: "Que tonto soy", "Soy realmente estúpido", "No seré capáz de hacer eso", "Nunca conseguiré nada en la vida",... entonces debes hacerte consciente que esa voz puede ser tu peor enemigo. Escúchala, rebátela, analiza por qué te repites eso, toma consciencia de que existen otras alternativas, de que hay que luchar y no conformarnos con esa opinión infundada que ha ido tomando terreno en momentos bajos de tu vida.
- No dejes que tu cuerpo decaiga. Vigila las sensaciones de tu cuerpo, saca pecho, mantén una postura ergida, haz ejercício físico, respira profundo y siente como al hacerlo tu cuerpo se nutre del oxígeno y se ven las cosas de otra manera. Al sentirnos decaídos y desanimados, estas emociones dominan nuestro cuerpo a nivel físico y nuestra mente se retroalimentará de esa postura decaída. Estarás sumergido en un círculo vicioso en el que tu cuerpo y tu mente se desanimarán el uno al otro ya que somos un todo interconectado. Haz que cuando te mires al espejo veas la mejor versión de ti mismo.
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Aprende de las malas experiencias, no seas exclavo de ellas. Cuando una experiencia pasada ha dejado un herida en el alma, puede ocurrir que contínuamente nuestra mente la reviva, manteniendo vivas en nosotros las emociones negativas. Pasado el tiempo ha llegado el momento de dejar a un lado las emociones y analizar de manera más fría lo ocurrido: ¿que provocó realmente que aquello ocurriera de esa manera? ¿pude realmente hacer algo para que las cosas fueran distintas? si la respuesta es sí ¿puedo cambiar lo que ocurrió? no, ¿qué debo aprender de esto para hacerlo mejor la próxima vez? Toma nota de los errores pero no te regocijes en el dolor, déjalo ir, ya ha cumplido su misión.
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Se flexible con tus metas. Fijarse metas es bueno, son el motor de nuestra existencia, pero si éstas son poco realistas o son inflexibles se convertirán en un escollo en nuestro camino. Ve adaptándolas, no pasa nada por cambiar el rumbo durante el camino.
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Domina tu atención. Presta atención a lo realmente importante, no te quedes con la paja. No todo lo negativo es significativo, pero lo que sí es seguro es que todo lo positivo es valioso.
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Valora tus cualidades. No te centres solamente en lo que te falta, sino en lo mucho que posees y lo que realmente podrías ser capaz de hacer con ello si te centraras en utilizarlo y potenciarlo.
Pueba a poner en práctica estas claves. No tienes nada que perder y sí mucho que ganar.
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Yolanda (domingo, 06 abril 2014 11:54)
Me encanta, Vero!! una fotografía preciosa y un post con una "receta" que deberíamos tener todos muy presentes en nuestro día a día!!
Feliz día!
carlos ramos 04147947734 (jueves, 10 enero 2019 20:48)
exito